Digo

Después de años dedicándome a la comunicación, dedico este blog a profundizar en las capacidades que nos otorga como humanos.

 

 

Haz de tu marca un mito

¿Por qué quieren las marcas que se construya su historia? PuroMarketing acaba de publicar un artículo en el que afirma que «Las marcas están cada vez más pendientes de su narrativa y se preocupan por la historia que hay detrás de ellas«.

¿Por qué ahora esta necesidad? Porque en la era de los vídeos y el storytelling, necesitan fabricar su mito para fascinar al público, sus “relatos sobre acontecimientos prodigiosos, protagonizados por seres sobrenaturales o extraordinarios, tales como dioses, semidioses, héroes, monstruos o personajes fantásticos”, como explica Wikipedia la palabra mito. Todas quieren ser Apple, Google o Facebook a los ojos de su público.

Una marca es una anécdota magnificada

Lo que importa no es cómo se conocieron los socios, dónde estaba su primer despacho, ni siquiera crear el time-line de la historia corporativa –a la antigua usanza- para la posteridad, por muy ilustrado que esté (¿has visto el de IBM?). Sino iluminar un momento concreto, magnificar una decisión, acentuar una peculiaridad personal que se quede grabado en la mente de las personas como algo épico o superheroico. ¿En quién piensas en este momento? Quizás en la capacidad de Amancio Ortega de llenar el mundo de tiendas Zara con un nuevo sistema de fabricación de moda reactivo a las preferencias de sus compradores. Curiosamente me viene también de inmediato la marca Starbucks, pero ningún mito asociado a ella. O en airbnb o uber, que se enfrentan a los lobbys hoteleros o del taxi defendiendo sus nuevos modelos de negocio.

Heroes in the Pavillion, de Ewen Roberts en Flickr Creative commons

Heroes in the Pavillion, de Ewen Roberts en Flickr Creative commons

Hace años, cuando trabajaba en Sinapsis, la empresa de comunicación que montamos entre tres socios –una de las primeras en crear proyectos digitales en equipo-, hicimos el time-line o línea del tiempo interactiva de Ganivetería Roca, del que nos sentíamos muy orgullosos –era una técnica que iniciaba entonces-, sembrado de hitos fundacionales y de crecimiento de la empresa.

Si hoy tuviera que crear la historia digital de una empresa X, buscaría la anécdota, la originalidad con que destacó en su tiempo, la mezcla de vida personal y profesional de alguno de sus personajes, el gran error, un sueño conseguido… Magnificaría algún aspecto y buscaría el detalle humano. Para producir admiración y recuerdo en un mundo con exceso de información.

Una marca es la historia de un sueño

He vivido, por ejemplo, la gestación del proyecto emprendedor Typeform y no deja de impresionarme como, después de crecer de golpe cuando un equipo inversor apostó por ellos, continúan buscando programadores para el proyecto. Son estas empresas las que permiten comprender por qué una marca ha de convertirse en mito: cuando Typeform empezó, necesitaba convencer a buenos programadores de que trabajaran con ellos por un sueldo ajustado, ¿cómo hacerlo? Con un espacio con buen ambiente, libertad de horarios… o la capacidad de vender sus sueños. Ahora, los que creyeron en la idea y la energía personal de Robert y David trabajan en una oficina de startup de éxito e imagino que por un sueldo más interesante. Y además forman parte de una marca de la que sentirse orgullosos porque han contribuido a hacerla como es.

Las oficinas actuales de Typeform ¡molan mucho más!

Las oficinas actuales de Typeform ¡molan mucho más!

¿Dónde estaría la anécdota milagrosa que haga de ellos un mito? Quizás en el empeño de Robert de invertir su tiempo y su dinero en contratar y enamorar a ese equipo de programadores. De cazar a un inversor en el momento oportuno. O… hay que hablar mucho con los fundadores de una marca, convivir con ella, para elaborar su historia corporativa. Se lo preguntaré un día de estos a Robert ; )

Por cierto, el artículo de puromarketing habla de la nueva figura del chief storytelling officer o narrador de una marca, y esto es lo que estamos haciendo con Lecuine, el ecommerce de utensilios de cocina con el que trabajamos. Una marca que, con tres años y una nueva fase de crecimiento, está empezando a crear su historia: la marca son también las personas, el equipo, que se muestra cada vez más. Y el clásico Quienes somos así lo demuestra, poniendo la semilla de su mito. Mira qué maravilla (falta la imagen de equipo, ahhh, eso va a ser más difícil):

La cocina doméstica se ha revolucionado.

Los blogueros gastronómicos nos están enseñando a cocinar. Aprendemos incluso a hacer pan y nos volvemos locos con los bizcochos. Nos preocupa lo que compramos y nos gusta cada vez más sentirnos sanos. Recuperamos sabores auténticos e innovamos con nuevas combinaciones y presentaciones. Cada uno a su estilo.

Nos encanta este cambio y queremos contribuir aportando nuestra experiencia digital y nuestra relación con Pere Masat, una de las personas que más sabe de cuchillos en España. Aprendemos cada día a valorar los buenos utensilios que mejoran nuestra cocina. Que nos ayudan a cocinar sin grasas y a lograr buenos cortes de alimentos, que se conservan en buen estado muchos años, que nos dan gran placer a la vista y al tacto.

La idea la llevaba incubando Mariano Drozd, un argentino afincado en Barcelona que aunque no ha perdido el amor por el asado, prefiere los buenos guisos que cocinan en familia.

Alejandro Ripoll se asocia con él en 2012 para crear Lecom Projects, la empresa fundadora de Lecuine que comparte también su experiencia con blogueros y otros proyectos. La casa de Alejandro es toda blanca y llena de pequeños amigos de trapo. Le encanta el ámbito doméstico.

En 2015 incorporan los conocimientos técnicos y el empuje de Alfredo Güerri, otro argentino hijo de italianos que es por cierto el único que sabe hacer el asado. Normalmente habláis con él en cualquier de vuestras consultas. La pasión por la comunicación y por las historias de María Ripoll, antigua socia de Mariano y prima de Alejandro y por tanto muy cercana, cuya casa es toda roja, con un pequeño huerto. La maestría en marketing digital de Juan Carlos Pell, un tercer argentino que lleva a cuestas desde que dejó su Rosario natal la máquina de hacer pasta regalo de su abuela y que estrena piso, parece que definitivo, en Poblenou, con vistas al mar.

Nuestra aventura es tu aventura en convertir la cocina en uno de las mayores fuentes de placer de nuestras vidas. Cuenta con nosotros.

Las caras de la comunicación

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